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Cuidado: esta publicación contiene ideas que algunas personas tal vez encuentren insoportablemente optimistas, así como algunas grandes ideas a largo plazo que otros quizás encuentren ridículas. Por favor, abre tu mente antes de leer a continuación.
Frecuentemente oigo a gente contemplando la idea de hacer desaparecer a la humanidad del universo porque, como especie, estamos causando un montón de sufrimiento, a nosotros y a otros seres sintientes y al planeta. Un experimento mental es el siguiente: si pudieses hacer desaparecer a la humanidad de manera indolora pulsando un botón, ¿lo pulsarías? O, replanteando un poco el experimento para poder hacer así una abstracción de tu propia responsabilidad: ¿evitarías que otro lo pulsase?
En el movimiento vegano/por los derechos de los animales, parece que hay más personas a favor de la extinción humana que entre la población general (solo mi experiencia anecdótica). No es difícil de entender. La gente se hace activista por los derechos de los animales y/o vegana porque se ha enterado del horrible sufrimiento que los humanos infligen a los animales, para alimento, ropa, investigación o entretenimiento. Es tentador pensar que el planeta sería un lugar mejor sin el Homo sapiens, y, dado que en nuestro experimento mental ningún humano sufriría realmente (solo es una cuestión de un instante, y ningún humano quedaría para condenar la nueva situación), podríamos decir: ¿dónde está el daño?
Ahora, desde el punto de vista de la notoriamente complicada ética poblacional, hay un montón de cosas que decir aquí. Aparte de las consecuencias para las otras especies y el medio ambiente, podríamos hablar de si el universo en general sería un sitio peor o mejor al irse los humanos. Si hay, en promedio, más valor que disvalor en las vidas humanas, parecería que el resultado neto sería negativo. Pero si hay más miseria que felicidad, esto podría ser bueno. Podríamos pensar también en el valor del nacimiento de las personas futuras. Obviamente no nacerán si dejamos que la humanidad se extinga. No me adentraré en este campo de minas, porque no tengo opiniones sólidas acerca de estas cuestiones, porque parece que no puedo entenderlas bien, y sobre todo porque aquí yo quiero tocar otros factores.
Aquí están las razones por las que yo no pulsaría el botón.
1 Los humanos provocan muchos daños, pero también son maravillosos.
Todos conocemos los horrores que causamos en el mundo: a otra gente y anualmente a 65 billones de animales de granja (excluyendo a los peces). Nos cargamos nuestro entorno y utilizamos un montón de recursos naturales finitos. No hay necesidad de escribir una lista larga y deprimente aquí. De todos modos, también podemos enfocarnos en todo el bien que hacemos. Nunca en la historia de nuestro planeta – o, hasta donde nosotros sabemos, el universo – ha habido una especie que invierta tanto tiempo en mejorar las cosas para otros. Mira a los millones de personas activas en el sector sin ánimo de lucro. Mira a aquellos que tratan de ayudar a los más débiles y los más pobres. Mira todas las cosas bellas que hacemos. Viendo al Homo sapiens con estos ojos, considerarnos simplemente una ruina de especie que solo hace daño resulta algo verdaderamente problemático e injusto.
2 Los humanos todavía tienen mucho potencial que mejorar.
En muchos sentidos nuestra historia solo está empezando. Hace unos momentos solo éramos monos en árboles. Solo recientemente desarrollamos la cultura, el conocimiento y la educación. Solo hace poco – por lo menos en los países más ricos – logramos crear entornos cómodos en los que ya no necesitamos preocuparnos por alimento y refugio, por lo que podemos invertir más tiempo en otras cosas. La violencia está descendiendo y esta era es, contraintuitivamente para algunos, la era más pacífica en la historia (lee The Better Angels of Our Nature de Steven Pinker). Aún estamos expandiendo el círculo de nuestra consideración moral. Probablemente tengamos que trabajar menos en el futuro y nos entreguemos todavía más tiempo a crear cambios para nosotros y los demás. Y está la promesa (por lo menos para los tecno-optimistas) de los avances tecnológicos futuros que podrán ayudarnos a tener un enorme impacto positivo en nosotros y en el planeta.
3 Los humanos podrían ser capaces de ayudar a otras especies por el camino.
En el futuro, dados un mayor crecimiento moral y mejoras tecnológicas, en lugar de tener un impacto negativo neto sobre otras especies, nuestro impacto podría ser netamente positivo. Se puede decir que la mayor fuente de sufrimiento para los animales es la naturaleza/la condición natural. Mueren animales a billones debido al hambre, la enfermedad, el parasitismo, el clima, la depredación (mira mi publicación The extremely inconvenient truth of wild animal suffering). Quizás en el futuro podamos limitar parte de este sufrimiento. Lo mismo se aplica si, en algún punto de nuestro futuro más distante, nos topamos con vida sintiente en otros planetas. Es probable que allí haya sufrimiento, y si por aquel entonces hemos avanzado lo suficiente moral y tecnológicamente, podríamos ser capaces de ayudar. Por supuesto existe la posibilidad de que alguna otra especie en nuestro rincón del universo ya esté a ese nivel, haciendo así menos importante nuestro propio progreso. Pero claramente, en caso de que seamos los únicos “avanzados” por aquí (en esta región del universo), que sobrevivamos y mejoremos para ayudar se convierte en algo muy importante. Sería una pena si todo lo que tenemos y todo lo que somos se perdiese, y el universo necesitaría empezar de nuevo con otra especie para alcanzar nuestro nivel de desarrollo. Montones de tiempo y vidas perdidos.
Como puedes ver, estoy pensando un poco por adelantado. ¿Y por qué no? Algunos pensarán que esto es especulación y ciencia ficción que no tiene relevancia para los problemas y el sufrimiento que nos ocupan. Pero si no nos autodestruimos, tenemos que asumir que todavía vamos a estar aquí por un largo, largo tiempo. Y en ese tiempo, muchas cosas son posibles.
Estamos en camino. Aún somos niños, creciendo, mejorando. Va a llevarnos eras o milenios, pero los humanos podríamos acabar resultando ser lo mejor para el universo. No pulsemos ese botón todavía.
Traducido por Alejandra Ainara Hernando. Spanish translation first appeared here.